El recurso principal de toda banda de música de una asociación sin ánimo de lucro, es su gente. Un grupo de personas que unidas por el sentimiento común del amor a la interpretación musical, dedican gran parte de su tiempo libre al ensayo y preparación para el desarrollo de las actuaciones de la banda.
Este tiempo dedicado no es de libre cadencia, en cuanto a la frecuencia con la que se dispone del mismo, por el contrario es de obligada dedicación para poder conseguir y mantener dotes interpretativas optimas. Ello conlleva un gran sacrificio en lo personal, familiar y social, por parte del músico componente de una banda de música.
El estudio musical al igual que cualquier otro, necesita de recursos técnicos humanos y materiales para su desarrollo, lo que supone un desembolso económico importante por parte de la asociación (en la que participa directamente cada músico). Para el correcto aprendizaje del lenguaje musical y la técnicas interpretativas se requiere del trabajo de los profesores especializados en cada una de las familias instrumentales.
Por otro lado, la propia adquisición de los instrumentos y el mantenimiento, consumibles y reparaciones periódicas necesarias de los mismos, acaparan de forma importante también las necesidades de recursos económicos de una banda de música.
No menos importante, aunque pueda parecerlo para el desconocedor de este mundo, la figura imprescindible para la banda es el Director de la misma. Persona que debe reunir la capacitación musical para el desempeño de su función y dedicar el doble de tiempo que cualquier músico de base, para la preparación de las obras a interpretar y la recopilación de las partituras de dichas obras. Esta preparación de las obras requiere un conocimiento de las cualidades de los componentes, las posibilidades y límites de los distintos instrumentos que forman la banda, a la hora de tomar la decisión de incluir en el repertorio una obra musical.
Esto es un resumen muy escueto y simplificado para el inicio en el conocimiento del funcionamiento y las necesidades de una banda de música para su existencia y actuación. Pretendiendo este autor del mismo que algunas personas que por desconocimiento total de este mundillo, puedan expresar con palabras su pensamiento de que una banda de música participe en las actividades programadas, sin organización previa, de una comisión cualquiera de festejos, de un barrio pseudo-turístico costero cualquiera, por un simple bocadillo para sus músicos, y además que el transporte hasta su localidad lo carguen a los fondos de la banda de música.
Estas afirmaciones denotan ignorancia y una total falta de respeto a todo un colectivo humano, formado por miles de personas nada más que a nivel provincial en Almería. Quizás en estos tiempos de crisis el mejor planteamiento si no se puede contar con los pocos recursos que suelen exigir las bandas de música para su contratación, pudiera ser el apuntado por otros responsables de estas comisiones de festejos, ¡¡comprar tambores y pitos de feria… !!
Juan Carlos Tortosa López.
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